Z
2 epílogos
Alfonso Santiago y Laura Orozco
La idea de crear ABCDESPAC surgió a principios de 2019, coincidiendo con los primeros cinco años de ESPAC. Teníamos la intención de hacer un corte de caja para revisar los proyectos y actividades que habíamos realizado y poner en perspectiva los aprendizajes que estos trajeron. A lo largo de un año de pandemia —con menos prisa que de costumbre—, Laura y yo mantuvimos una serie de conversaciones y sesiones de trabajo que dieron forma al proyecto, del cual, en ese momento, la idea de lo que la propuesta podría ser todavía era vaga, tanto en cuestión de procesos como del producto final. Lo único que teníamos era la estructura de una construcción sin forma definida: veintiséis letras del abecedario —decidimos omitir la letra ñ desde el principio—. Cada charla alimentó un flujo de imágenes, links, referencias y citas que le brindaban al público —y a nosotrxs mismxs— una visualización del compendio de ideas que iban configurando al proyecto. Estos contenidos están disponibles en nuestro sitio web y en la parte interior de las cubiertas de este libro.
Podríamos decir que tomamos como punto de partida la estructura de una enciclopedia, pero muy pronto nos dimos cuenta que este “glosario del trabajo de una institución de arte” terminaría acotado solo a ciertos conceptos. Cada letra correspondería a un término (dudamos si la c sería para colaboración o compartir; si en la letra h se desarrollaría el concepto de historia, hibridez u horizontalidad) y cada término a un colaboradorx invitado, quien eligiría un concepto que se encontrara en un punto medio entre su práctica e intereses actuales y el eje principal de ABCDESPAC: las instituciones y espacios culturales en el presente. Con cada término surgieron dudas, otros caminos por explorar y nuevos temas que abordar.
Este texto introductorio (realizado al cierre de la edición) y el índice que aparece en las siguientes páginas, regresan la atención al formato de la enciclopedia para confrontar su carácter exhaustivo y aparentemente objetivo, añadiendo problemáticas específicas que fueron el telón de fondo de las conversaciones que mantuvimos a lo largo del año. Estos gestos son un intento por aludir a todo eso que se quedó en la conversación, a lo que no se puede llevar al texto porque nos supera, pero no podemos dejar de mirar porque nos rodea.
En nuestras primeras conversaciones, el tiempo comenzaba a distenderse,T no teníamos un calendario claro, pero por primera vez no teníamos prisa, por lo que decidimos tomar el tiempo necesario para que cada colaboración fuera el resultado de un diálogo constante. Curiosamente, el primer concepto elegido fue tiempo. Laura y yo definimos nuestra aportación muy al principio del proceso: mientras ella desarrollaba un ejercicio reflexivo sobre su propia escritura,B yo decidí hacer una colección de notas al pie de un texto que no existe;F ambos procesos serían realizados de manera paralela a la construcción de la estructura de ABCDESPAC, que, para ese entonces, ya comenzaba a tener forma.
Recurrimos a colegas muy cercanxs para invitarles a un proyecto que incluso a nosotrxs mismxs nos costaba definir: era un libro, pero también un proyecto curatorial, pero también un ejercicio retrospectivo que no necesariamente miraba hacia atrás… Una piedra angular en la práctica de ESPACP apareció de inmediato. La problemática del trabajo en las industrias culturales sería abordada desde un lugar al que, hasta entonces, no nos habíamos acercado. Las distintas perspectivasN L hicieron que algunas de las conversaciones saltarán de la pantalla al libro para sumar voces que no se habían enunciado,K O y de las que hemos aprendido mucho.Q V
Cada nuevo texto se iba ensamblando en una amalgama de puntos de vista que enriquecen el proyecto, con ejercicios que se salen de las páginas,E proyectos que bien podrían desplegarse en el espacio como una exposición,I W reflexiones sobre la escritura misma,A J Z descripciones del aprendizaje a través de la experiencia,K M exploraciones artísticas a través del texto,R Y X ensayos que toman como punto de partida alguno de nuestros anteriores proyectos,C G propuestas para eventos futuros,H e incluso ejercicios de ficción.U La libertad del formato nos permitió colaborar con agentes con quienes no habíamos tenido oportunidad de trabajar,D S e, incluso, de convertir su colaboración en una conversación.X
Y, mientras el mundo afuera parecía derrumbarse, este proyecto nos ha permitido crear un espacio de diálogo en el que hemos puesto en tensión los conceptos y formatos con los que llevamos trabajando seis años. También nos ha permitido encontrar entre la multiplicidad de voces, un eco con la forma de aproximarnos a nuestra propia práctica. Después de un año de trabajo, ver las colaboraciones juntas nos llena de alegría pero nos emociona aún más lo que viene después de que el libro comience a circular.
Podríamos decir que tomamos como punto de partida la estructura de una enciclopedia, pero muy pronto nos dimos cuenta que este “glosario del trabajo de una institución de arte” terminaría acotado solo a ciertos conceptos. Cada letra correspondería a un término (dudamos si la c sería para colaboración o compartir; si en la letra h se desarrollaría el concepto de historia, hibridez u horizontalidad) y cada término a un colaboradorx invitado, quien eligiría un concepto que se encontrara en un punto medio entre su práctica e intereses actuales y el eje principal de ABCDESPAC: las instituciones y espacios culturales en el presente. Con cada término surgieron dudas, otros caminos por explorar y nuevos temas que abordar.
Este texto introductorio (realizado al cierre de la edición) y el índice que aparece en las siguientes páginas, regresan la atención al formato de la enciclopedia para confrontar su carácter exhaustivo y aparentemente objetivo, añadiendo problemáticas específicas que fueron el telón de fondo de las conversaciones que mantuvimos a lo largo del año. Estos gestos son un intento por aludir a todo eso que se quedó en la conversación, a lo que no se puede llevar al texto porque nos supera, pero no podemos dejar de mirar porque nos rodea.
En nuestras primeras conversaciones, el tiempo comenzaba a distenderse,T no teníamos un calendario claro, pero por primera vez no teníamos prisa, por lo que decidimos tomar el tiempo necesario para que cada colaboración fuera el resultado de un diálogo constante. Curiosamente, el primer concepto elegido fue tiempo. Laura y yo definimos nuestra aportación muy al principio del proceso: mientras ella desarrollaba un ejercicio reflexivo sobre su propia escritura,B yo decidí hacer una colección de notas al pie de un texto que no existe;F ambos procesos serían realizados de manera paralela a la construcción de la estructura de ABCDESPAC, que, para ese entonces, ya comenzaba a tener forma.
Recurrimos a colegas muy cercanxs para invitarles a un proyecto que incluso a nosotrxs mismxs nos costaba definir: era un libro, pero también un proyecto curatorial, pero también un ejercicio retrospectivo que no necesariamente miraba hacia atrás… Una piedra angular en la práctica de ESPACP apareció de inmediato. La problemática del trabajo en las industrias culturales sería abordada desde un lugar al que, hasta entonces, no nos habíamos acercado. Las distintas perspectivasN L hicieron que algunas de las conversaciones saltarán de la pantalla al libro para sumar voces que no se habían enunciado,K O y de las que hemos aprendido mucho.Q V
Cada nuevo texto se iba ensamblando en una amalgama de puntos de vista que enriquecen el proyecto, con ejercicios que se salen de las páginas,E proyectos que bien podrían desplegarse en el espacio como una exposición,I W reflexiones sobre la escritura misma,A J Z descripciones del aprendizaje a través de la experiencia,K M exploraciones artísticas a través del texto,R Y X ensayos que toman como punto de partida alguno de nuestros anteriores proyectos,C G propuestas para eventos futuros,H e incluso ejercicios de ficción.U La libertad del formato nos permitió colaborar con agentes con quienes no habíamos tenido oportunidad de trabajar,D S e, incluso, de convertir su colaboración en una conversación.X
Y, mientras el mundo afuera parecía derrumbarse, este proyecto nos ha permitido crear un espacio de diálogo en el que hemos puesto en tensión los conceptos y formatos con los que llevamos trabajando seis años. También nos ha permitido encontrar entre la multiplicidad de voces, un eco con la forma de aproximarnos a nuestra propia práctica. Después de un año de trabajo, ver las colaboraciones juntas nos llena de alegría pero nos emociona aún más lo que viene después de que el libro comience a circular.
Alfonso Santiago,
julio 2021
julio 2021