Este proyecto consistió en un experimento curatorial, artístico y pedagógico que reúne piezas de la Colección ESPAC y proyectos de seis artistas invitadas —Paola de Anda, Christian Camacho, Sara García, Almudena Lobera, Lorena Mal y Tania Solomonoff—, cuyas obras tienden a la transformación, a desenvolverse a través del tiempo y a hablarnos sobre lo invisible, aquello que se queda en la punta de la lengua.
En Presencia lúcida se indagaron temas sobre las relaciones entre el habitar, las convenciones del espacio expositivo, la hospitalidad y la colaboración. El planteamiento curatorial y el programa de aprendizaje exploraron la exposición como una duración, una construcción constantemente reescrita y transformada con manifestaciones como la danza, el performance y el videoarte, además de experimentar con prácticas artísticas no visuales que buscaron apelar a otros sentidos y a experiencias corpóreas intraducibles.
El proyecto fue también un jardín. En contraposición a la destrucción sistemática del medio ambiente que acompaña al desarrollo urbano, el espacio se transformó en un lugar con plantas medicinales y un huerto, así como espacios para el descanso e interacción. Este es un gesto que crea una burbuja, un espacio de excepción para ejercer el cuidado y el encuentro con la vida en tiempos de destrucción. Un paréntesis para habitar la esperanza y cultivar nuestro regocijo.
A partir del programa pedagógico y una serie de actividades públicas, Presencia lúcida concibió la exhibición como un lugar de encuentro que posibilita la conversación y formas colectivas de construcción de la memoria.
En Presencia lúcida se indagaron temas sobre las relaciones entre el habitar, las convenciones del espacio expositivo, la hospitalidad y la colaboración. El planteamiento curatorial y el programa de aprendizaje exploraron la exposición como una duración, una construcción constantemente reescrita y transformada con manifestaciones como la danza, el performance y el videoarte, además de experimentar con prácticas artísticas no visuales que buscaron apelar a otros sentidos y a experiencias corpóreas intraducibles.
El proyecto fue también un jardín. En contraposición a la destrucción sistemática del medio ambiente que acompaña al desarrollo urbano, el espacio se transformó en un lugar con plantas medicinales y un huerto, así como espacios para el descanso e interacción. Este es un gesto que crea una burbuja, un espacio de excepción para ejercer el cuidado y el encuentro con la vida en tiempos de destrucción. Un paréntesis para habitar la esperanza y cultivar nuestro regocijo.
A partir del programa pedagógico y una serie de actividades públicas, Presencia lúcida concibió la exhibición como un lugar de encuentro que posibilita la conversación y formas colectivas de construcción de la memoria.
Curaduría:
Ana Torres Valle Pons
Artistas:
Paola De Anda
Christian Camacho
Los Carpinteros
Mónica Castillo
Andreas Fogarasi
Sara García
Lourdes Grobet
Millree Hughes
Almudena Lobera
Lorena Mal
Benjamín Torres
Chantal Peñalosa
Melanie Smith
Tania Solomonoff
Rirkrit Tiravanija
Joaquín Torres García
Ana Torres Valle Pons
Artistas:
Paola De Anda
Christian Camacho
Los Carpinteros
Mónica Castillo
Andreas Fogarasi
Sara García
Lourdes Grobet
Millree Hughes
Almudena Lobera
Lorena Mal
Benjamín Torres
Chantal Peñalosa
Melanie Smith
Tania Solomonoff
Rirkrit Tiravanija
Joaquín Torres García
NOTAS DE PRENSA
︎ Un pan no es una selva peligrosa, pero se asemeja a un jardín por Sandra Sánchez
︎ Nota de Presencia Lúcida en Terremoto
︎ Nota de Presencia Lúcida en GASTV
︎ Nota de Presencia Lúcida en La Tempestad
︎ Nota de Presencia Lúcida en Glocal
︎ Perfil de ESPAC en Harper's Bazaar México
ACTIVIDADES PARALELAS
Obras que intervinieron el espacio y se desplegaron durante la temporalidad de la muestra.
Sixty-Fourth Rest de Almudena Lobera
Sixty-Fourth Rest es un performance-happening de Almudena Lobera donde somos la audiencia de una entrevista a una planta. En un espacio cuya configuración recuerda a un set televisivo, una planta nos habla a través de una interprete que traduce su pensamiento a través del tacto. La conversación que se desenvuelve en esta escenificación nos presenta pensamientos sobre el silencio, la soledad, la poesía, la magia, la mirada, el tiempo y los problemas que hay en la traducción. Simultáneamente, este acercamiento a la vida íntima de una planta cuestiona los límites que tiene nuestra empatía con otras formas de vida. El guión escrito por Lobera hace un juego de apropiación y recontextualización donde las respuestas de la planta están construidas con extractos y reflexiones de textos de autores como Jean Dominique Bauby, John Baldessari, Walter Benjamin, Antonin Artaud, William Faulkner y diálogos de la serie Twin Peaks de David Lynch. entre otros. Sixty-Fourth Rest surge como un homenaje a la pieza de John Baldessari Teaching a plant the alphabet de 1972, dando ahora el lugar protagónico a una planta políglota que nos ofrece su mirada sobre la vida. La versión de la pieza acontecida en ESPAC, cuenta con la participación de los actores Natalia Plascencia y Rodrigo Ojeda.
CHUBURNÁ de Tania Solomonoff
Esta obra se nutre del habitar y la investigación de Solomonoff en el puerto del mismo nombre, ubicado en Yucatán. A partir de una serie de acciones corporales que establecen un diálogo con el espacio, las obras y los visitantes de la exposición, la obra genera un ir y venir entre el mar y la ciudad. En el performance, la artista confrontó a la audiencia con diferentes ritmos de estar y habitar el espacio, una serie de acciones coreográfica que se complementaban con proyecciones en el espacio, piezas de video grababas por la misma artista donde escenas del puerto de Chuburná se hacían presentes. Buscando experimentar con la conjugación de un territorio marítimo dentro de la ciudad, Solomonoff configuró una pequeña representación del territorio con arena, agua conchas. El final del performance se marcó con la quema de pequeños dibujos realizados por la artista durante su estancia en Chuburná. Las intervenciones realizadas durante el performance se integraron a la exposición como una huella de las transformaciones del espacio.
Largo Aliento de Lorena Mal
Largo Aliento (1938-2014) es un performance de Lorena Mal que activa su obra Largo Aliento, un instrumento de viento concebido por la artista que permite ver los años vividos por el árbol del cual está hecho. La activación de esta pieza, consiste en una acción sonora llevada a cabo por María Díez-Canedo que hará audible la temporalidad contenida en el instrumento. La interpretación de una partitura visual por parte de Díez-Canedo –que traduce el dibujo de los anillos de crecimiento del árbol— replantea esta huella del paso del tiempo para ser enunciada como respiración, resonancia y sonoridad. La pieza performática juega con el trastocar de los sentidos, desarrollándose en oscuridad parcial dentro del espacio expositivo. Una instalación de troncos de arboles acomodados en un círculo establecen el espacio de acción para la interpretación de las partituras visuales que se sostienen iluminadas de manera individual. Largo Aliento nos deja ver dentro de las huellas físicas del paso del tiempo el desarrollo del cuerpo vegetal, las formas de reconstrucción de la memoria y la imaginación que significa recordar.
MÁS DESCARGAS
PROGRAMA DE APRENDIZAJE
Ensayos para habitar juntxs fue un programa experimental que acompañó a la exhibición Presencia lúcida. Las actividades estuvieron orientadas a explorar la conversación como un punto de encuentro, a establecer situaciones que sirvan como escenarios a ser habitados y modificados, y a explorar los espacios de descanso y goce que se articulan cuando nos reunimos. Acorde a las preguntas por la hospitalidad y la transformación que hay en el proyecto expositivo, este programa es una exploración colectiva sobre el desdibujamiento de las posiciones entre el público, el artista y el curador, una invitación a hacernos presentes y ocupar un lugar dentro los espacios de representación, a hacer de la poesía un encuentro y a repensar nuestras formas de memoria. Las sesiones establecen una serie de acciones para encontrarnos en la calma y la pausa, para reimaginar nuestras formas de vivir en cercanía y ejercer el cuidado y la propagación de la vida como parte de nuestro habitar.
Sesión No.1
Encuentros ciegos
Sábado 3 de agosto del 2019.
Con Ana Torres Valle Pons
En este ensayo trabajamos con la pregunta sobre cómo articular encuentros con el cuerpo como el puente entre nuestro adentro y afuera. Experimentamos con la comunicación táctil a partir de la elaboración de una serie de retratos escultóricos ciegos que se integraron a la exposición. Exploramos la elaboración de bombas de semillas de permacultura como una actividad escultórica que se orienta a pensar la transformación de la vida a través del tiempo. Terminamos compartiendo el espacio de una comida colectiva dentro de ESPAC.
Sesión No.2
Propagaciones
Sábado 17 de agosto del 2019.
Con Paola de Anda y Ana Torres Valle Pons
Buscando exceder el marco del espacio institucional se realizaron una serie de acciones orientadas a difundir la vida en los espacios cercanos a ESPAC, un gesto que busca accionar nuestro papel como propagadores de la vida. Se realizaron dispersiónes de esporas de hongos y se liberaron bombas de semillas de permacultura para hacer una germinación en los espacios tomados por el desarrollo urbano. Terminaremos compartiendo una comida colectiva.
Sesión No.3
Metamorfosis
Sábado 31 de agosto del 2019.
Con Ana Torres Valle Pons
En este ensayo exploramos lo que significa llevar a sus últimas consecuencias el pensamiento alrededor de la transformación de la exposición con una serie de actividades que buscan que compartamos el rol del curador. Las discusiones, exploraciones y ejercicios buscaron modificar el montaje de la exposición a partir de la acumulación de memorias, lecturas y percepciones que han sucedido a lo largo de la duración de la exposición. Terminamos compartiendo una comida colectiva dentro de los espacios de ESPAC.