Entre líneas




















Antonia Alarcón


Artista, escritora, maestra e investigadora de los medios textiles y su historia. Licenciada en Artes Plásticas y Visuales por la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Es colaboradora en el Instituto de la Imagen Latente y becaria del programa Jóvenes Creadores del FONCA, generación 2020-2021. También ha publicado sus textos en medios como Terremoto, GASTV y OndaMX. En la actualidad investiga sobre las posibilidades del arte con el fin de encontrar espacios para las prácticas afectivas y sensibles, donde se puedan desarrollar espacios vulnerables y comunitarios.

Imagen: Sandra Sánchez, sentir, y que sea una cuestión de ritmo y no de velocidad, 2022.



Entramar un mundo
Tejidos en ABCDESPAC





















Un abecedario es una caja de herramientas; un diccionario es la infinidad de las articulaciones. Hay pocas letras que tienen significado por sí mismas: la “a”, la “o”, “y”, por momentos, la “e”. Mas ellas sólo funcionan en relación a otras palabras, donde conectan y entrelazan la fluidez de las frases. La fonética de las letras también es bella en sí misma: mmm, ssss, uuuu. Su sonoridad compone las piezas con las que creamos los nombres.

El libro ABCDESPAC es un ejercicio editorial donde las lecturas de cada autor sobre su habitar en, con y desde el arte contemporáneo se enuncian como una propuesta para navegarlo. Cada letra da pie a una visión que se entrelaza con el cotidiano de quienes nos desenvolvemos en el mundo cultural y buscamos las insospechadas maneras en las que podemos entretejer nuestras labores.

Cada vez que necesito un impulso para la escritura, recurro a leer. Leo a otrxs escritorxs que, desde sus visiones, ritmos o imágenes, evocan en mí una inspiración. Los árboles que se yerguen sobre la selva de Herzog o el andar en bicicleta de Luiselli por la Ciudad de México, son algunas de las imágenes a las que pido auxilio para enfrentar la página en blanco –el espacio que tan estereotípicamente tememos. Pero claro que es más fácil comenzar la escritura con una red de contención, la urdimbre donde comenzaré mi propio entramado. Es a través de la lectura que dialogo con otrxs escritorxs, donde mis ideas se empiezan a aclarar gracias a su elocuencia.

Recuerdo en la escuela, al tomar clases de matemáticas, sentir en mi cuerpo algo que no lograba expresar, una incomprensión total de los conceptos. Eso terminaba en un gran suspiro y en la expresión final: “Ni siquiera sé qué es lo que no entiendo”. Esa sensación se repite en mi cotidiano en el devenir del hacer artístico, donde tratamos de identificar las formas de una nebulosa laboral. Entonces aparece una primera línea de la urdimbre, una ecuación irresoluble que todxs lxs trabajadores del arte enfrentamos en una oferta de trabajo, planteada por Verónica Gerber Bicecci. En ella, más que dar una respuesta, se inicia un camino hacia la reflexión de los haceres del arte y las precariedades laborales que nos cruzan. Aunque la ecuación no tiene su solución al reverso, la fórmula es un nombre para un problema finalmente diseccionado.

Las políticas laborales del arte se escurren hacia nuestros espacios íntimos, se cuelan por las rendijas del parquet, para esconderse en nuestras macetas, detrás de las plantas, donde crece el moho y las casas de las arañas más tímidas. En los bordes de las ventanas queda posada la posibilidad de estar haciendo algo más que la calma, la espera o, como Sandra Sánchez, ver la tetera hacer su labor. Los espacios de distensión se llenan de productividad, como si el trabajo cultural no mereciera el descanso, como si el “amor al arte” fuera el motor de la necedad del trabajo sin fin.

Escuché a alguien decir que “se necesitan palabras para poder hablar”. ¿Cómo podemos encontrar los términos que se necesitan para enunciar lo que buscamos? Un diccionario es como un oráculo, una invocación de las ideas y sentipensares. La escritura es una invocación de las palabras que necesitamos para hablar, podemos invocar a las ideas y pensamientos de otrxs para conjurar la existencia de mundos en relación. Tener un diccionario del arte es proponer una serie de ideas para la articulación. Construimos nuestros discursos en red: nuestras ideas vienen conectadas en constelaciones atemporales con quienes nos preceden y acompañan, así como acompañaremos las ideas de lxs siguientes “elocuenciadores”.

Las estructuras se soportan sobre las relaciones que generamos dentro y fuera de los espacios culturales. Para transitar a modos distintos de operar, es necesario reconocer lo que ha muerto. Los sistemas que no queremos ni sostener ni replicar pueden ser velados, dejados a la intemperie para que los zopilotes los rodeen y los digieran.

“Debe haber mejores formas de hacer las cosas” dice uno de los personajes de Iuhri Peña. Las respuestas a nuestras preguntas no están en las ideas individuales, sino en las relaciones que podemos crear entre ellas. Los textos de ABCDESPAC nos dan las palabras con las cuales podemos entramar nuevos textos y con ello, distintas formas elocuenciar(nos). Diría Andrea Chapela que para construir una utopía, se necesita una comunidad. Somos redes de seres los que construimos los mundos y podemos construir espacios del arte como los queremos cuando tenemos también las palabras de otrxs.



Este texto se escribió en conversación con Mariana Sierra, Andrés León, Amandina Catrala, Mariel Vela, Sergio Chavarría, y todxs lxs colaboradores de ABCDESPAC. Gracias por sus palabras y sus oídos.