Entre líneas

















Andrea del Angel



Estudiante de Historia del Arte en la Universidad Iberoamericana. Ha participado como auxiliar de investigación y colecciones, así como en la producción de contenido en instituciones como el Área de Acervos Históricos de la Biblioteca Francisco Xavier Clavijero, el Museo Franz Mayer y la Colección FEMSA. Actualmente es curadora en El Recinto, sus intereses de investigación son la cartografía, el arte japonés, el archivo y las producciones culturales relegadas del discurso hegemónico occidental.

Impresiones de ABCDESPAC






Al leer la publicación, fui escribiendo pequeñas anotaciones que se fueron acumulando y ahora la única forma de escribir estas cuartillas es como aquel flujo de conciencia que propició esa lectura.

Me parece importante hablar sobre las narrativas de las personas que habitan aquellos espacios —físicos o no— donde se vuelve público el arte; los cuales para la mayoría son lugares de paso, entretenimiento, crítica u ocio.

ABCDESPAC aparece como la suma de reflexiones, opiniones, críticas, etc., voces que en conjunto hacen patente el panorama artístico en México y lo que implica navegar un sistema de esta índole; lo que hay detrás, a través y frente a éste como práctica. Se vuelve un diálogo multifacético que va creciendo, incluyendo a cada lector al que llega este proyecto.

El que se conciban estas plataformas de construcción crítica sobre el campo del arte como horizontales, difusas y poco específicas me lleva a pensar en los grandes pasos, incluso subversivos, que se han dado desde establecer un diccionario como una verdad, enciclopédica y congelada, que no era un diálogo sino una imposición. Me parece muy valioso poder desdoblar todos estos conceptos e intenciones que aún sin fines precisos, crea estos espacios donde hasta el tiempo se cuestiona.  

Tanto el escribir como el leer y formar parte de este proyecto me hace pensar en el acortamiento, detenimiento o alargamiento del tiempo. Para quien escribe, mientras lo hace, el tiempo se detiene, se evapora, y va apareciendo detenidamente con cada palabra en el papel. Para quien lee —que antes de abrir el libro está en una cafetería a las 11:32 de la mañana—, de pronto son las 7 de la noche y, como una ráfaga, entiende aquellas fuerzas ocultas que se mueven en el mundo que presencian y viven aquellos ojos que pasan página tras página. Al leer, cada capítulo te introduce a su propio tiempo, su propia línea y compás que fluyen con la calidad de la crítica y la introducción a un plano con tantos matices que el tiempo resulta ser otro más, pero que teje toda su narrativa como si estuviera dentro de un reloj de arena, uno por capítulo, hecho para cada tema y tipo de café que se toma esa persona en aquel lugar a las, apenas, 11:47 de la mañana.

Me gusta como dentro de la misma escritura les autores tratan de descifrarse, es decir, de entender su propia forma de pensar, de organizar, observar, reflexionar, de mirar al exterior y al interior, a lo Uno y a lo Otro. Me parece una metareflexión en torno al arte y su quehacer, su campo de acción y reacción.

ABCDESPAC me recuerda a 4’ 33’’ de John Cage, donde más allá del silencio, hay ruidos de fondo, ambientales, accidentales y los que acompañan tu propia anatomía. Se trata de leer en ese “silencio” las mentes que lo presencian y componen, así como las observaciones y cuestionamientos que surgen a partir de éste. Es tomar lo que se da por hecho y desbordarlo en dinámicas, realidades y casualidades que forman un rompecabezas del que no se tiene imagen de referencia o siquiera la cantidad de piezas a disposición, simplemente se cuestiona y reflexiona sobre ciertos momentos, instantes, tiempos y ambigüedades.

ABCDESPAC también me recuerda a La Consagración de la Primavera de Stravinsky, un collage de ritmos, volúmenes, síncopas, superíndices y contrapuntos que pretenden generar preguntas antes que proporcionar respuestas. Cada compás tiene su ritmo como cada capítulo tiene su lenguaje, cada post-it como cada tema al que se le contrapone su crítica.

Estas páginas, activan el poder de lo háptico: tocar con la mirada, escuchar con el gusto, olfatear la memoria en busca de un recuerdo que rozó tu mente. Son otras maneras de ver, sentir, comprender y atender aquello que nos rodea. Todo esto me lleva a pensar en la frase de Merleau-Ponty: “Uno no puede tocar sin ser tocado”.

ABCDESPAC en (P): Es un conjunto de poéticas, políticas, perspectivas y pensamientos en un políptico performático de posturas y posicionamientos hecho público y privado a la vez en papel. Es como la película de un vidrio que funciona como medio e intermedio, un palimpsesto de porosidades. Y como tal, también refiere a las preposiciones: por y para. Argumentos que se hilan de poco en poco, sin prisa, pero para nada precisos.


Funciona como prólogo de búsquedas, la esencia de la potencia.
Es darle un espacio del tiempo y un tiempo al espacio.
Es como la sublevación, su virtud es la potencia.


Es un punto de reunión, como el punto que es el origen de la línea, una que no tiene distancia o límite o expiración. Como la p en psiquiatría, es el inicio de la conversación, flujo de conciencia, reflexión, inflexión, difracción, refracción de lo propio e impropio. Tiene sentido este juego de tiempos en pandemia, que también empieza con p, igual qué posibilidad. Se elabora sobre el por qué, el porque y el porqué en pruebas sobre lo previsto y lo imprevisto.

Para mi, ABCDESPAC es una polifonía politemporal en formatos disonantes y cautivadores que te llevan a través de páginas en pares que, a su vez, ocurren a destiempo: el tiempo del autor y el del lector.