ESPAC de la A a la Z
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E de Efímero
Agujerear la pared

Bárbara Foulkes




Le pregunto a un grupo de amigas qué es lo efímero. M hace una búsqueda rápida en el diccionario y dice que es lo que dura un día o menos; L cree que es algo que al cumplir su cometido desaparece y se transforma en memoria; A dice que ella asocia lo efímero con lo frágil y con el cuerpo, y E describe lo efímero como todo aquello que se mueve y que quizá tampoco se puede fijar, y agrega que en la naturaleza (entendida como lo que no está hecho por humanos), todo es efímero porque todo está en constante movimiento y transformación; hasta las piedras están cambiando, pero en un tiempo que no podemos percibir.

Hace unos meses, unas amigas de Chihuahua me compartieron un texto de Luisa Ortega Balderrama, antropóloga del cuerpo. Cito aquí un párrafo que me movió:

Emoción tiene su etimología en el latín emotĭo, que significa ‘movimiento o impulso’, ‘aquello que te mueve hacia’ […]. Esta definición de emoción, siendo tan pequeña, tiene una carga significativa, amplia y contundente. En ella se observa el peso de la acción en sí misma, de las formas cotidianas, del movimiento constante, en ese sentido esta primera definición evoca un ir y venir de cambios, modificaciones, transformaciones, pareciera que está vinculada con la vida misma, no sólo de los seres humanos como transformadores de nosotros y de nuestra realidad, sino de todo ser vivo. Sin embargo, en una segunda vista, nuestro Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española nos dice que emoción ‘hace referencia a la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática’. Una idea que resultaba tan amplia e impresionante se acota a una experiencia pasajera que tiene su vínculo con una conmoción somática.1

Con la palabra efímero pasa algo parecido: es la suma de epi (alrededor) y hemera (día), mientras que la rae lo acota diciendo que es algo pasajero y de corta duración.

Todo lo que sucede a lo largo del día nos construye, nos constituye, y, aunque me arriesgue a sonar como una “pseudoexistencialista”, tal vez somos la suma de lo que nos pasa a lo largo del día y de la noche, de lo que hacemos y de lo que no hacemos, de lo que decimos, degustamos, leemos y miramos. El mundo de las sensaciones se vuelca en nosotrxs, en nuestra materialidad.

Me gusta pensar que lo efímero no es pasajero porque desaparece, sino porque está cambiando constantemente; es un paisaje que se mueve a diferentes velocidades. Cuando me invitaron a pensar sobre espac, imaginé un montón de partículas desplazándose en el aire: situaciones que llevan a otras situaciones; acciones que devienen en encuentros, pláticas, emociones, traslados y transformaciones. Quisiera hablar, pensar e imaginar esa parte de la historia que es un silencio que se estira; conversar de todo eso que pasó y sigue pasando.

Intento estudiar a Marie Bardet, una filósofa-bailarina que, mientras la leo, no deja de proponerme deshacer imposibles y pensar lo efímero como un tipo de conciencia que se sigue estirando, como una especie de inteligencia, como eso que no es imagen, eso que no está escrito con palabras, eso que esta conformado por capas y, a su vez, escapa. Mientras leo su libro Pensar con mover (2012),2 y subrayo palabras que luego mezclo con las notas de mis cuadernos.

Estas palabras se encuentran en las siguientes páginas de mi contribución compuesta de treinta y seis tarjetas, las cuales generan un nuevo texto cada vez que se leen; una suerte de poema coreográfico que puedes cortar para organizar y reorganizar cuantas veces quieras, para leer, desleer, transformar y desmenuzar.


1. Luisa Ortega Balderrama, "Emociones un análisis de mujeres en la maquiladora"  en Expedicionario, Revista de Estudios en Antropología, México, Año 5, número 8, julio- diciembre 2019.

2. Marie Bardet, Pensar con mover. Un encuentro entre danza y filosofía, trad. de Pablo Ires, Buenos Aires, Editorial Cactus, 2012.








Sugerencias de uso:

1. Lee una vez, de preferencia en voz alta, cada una de las tarjetas en el orden que se presentan.
2. Recorta cada una de las páginas.
3. Reorganiza el poema como quieras y cuantas veces quieras. Puedes pensarlo mucho o dejarlo al azar.

Bárbara Foulkes
(Buenos Aires, 1982)

Artista, coreógrafa y bailarina. Su obra está vinculada a la interdisciplina. Entiende la coreografía como las relaciones que se establecen entre cuerpos e ideas, lo cual hace que observe y entienda el mundo en términos de tensiones, fuerzas, contrapesos, balances, desbalances, acciones y, por lo tanto, de vida. Es parte del Colectivo am, grupo de coreógrafas que colabora, desde 2010, en proyectos vinculados a la historia, el archivo y el cuerpo. Fue artista beneficiaria de Experimental Media and Performing Arts (empac) en Nueva York, Tanztage en Berlín, Landeshauptstadt Munich Kulturreferat en Múnich y el Museo Tamayo Arte Contemporáneo en la Ciudad de México, entre otras. Su trabajo se ha presentado en La Tallera en Cuernavaca (2019), el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (muac) en la Ciudad de México (2013), el Museo Experimental el Eco en la Ciudad de México (2016), The Kitchen Performance Center en Nueva York (2017), Redcat Pacific Standard Time en Los Ángeles (2018), el Teatro Pradillo en Madrid (2013), Panamá Aérea en la Ciudad de Panamá (2019) y Dans och Cirkushögskolan (doch) en Suecia (2020), entre otros. Fue nombrada “Artista escénica del año 2019” por la revista mexicana de arte contemporáneo La Tempestad.